Te
voy a ser sincera:
del
amor lo espero todo.
No
un beso robado
en
una esquina.
Ya
no una caricia aislada
en
el hotel de turno.
Ni
siquiera una mirada
de
desesperación.
Ni
un café solitario
en
algún lugar perdido,
lejos
de tu ciudad.
Del
amor lo espero todo;
con
generosidad.
Madrugadas
y atardeceres.
Preocupaciones
y deseos.
Yo
no amo de una forma
egoica
y narcisista.
Hundirme
en tus preocupaciones,
en tus preocupaciones,
quiero.
Y
celebrar
contigo
contigo
todos
tus éxitos.
Todo
o nada.
Así
soy yo.
Si
llamas amor
al
deseo,
a
una aventura,
a algo pasajero,
a algo pasajero,
a
una ilusión,
a
un capricho que uno se permite,
a
un encuentro clandestino,
a
un revolcón.
No
cuentes conmigo.
De
algo tan sagrado,
tan
excelso,
no
dejaré que hagas
un
simple juego.
Conmigo
no.
Porque
el amor comienza
en
la sinceridad,
te
soy sincera.
Rosa
Sánchez©