Me
sorprende la manera
que
tiene la felicidad
de
embellecerte,
hasta
llegar al punto
de
hacer de ti, otro...
Diferente.
Hasta
convertirte,
sin
un matiz preciso,
en
la verdadera persona
que
realmente eres.
Diferente.
Desde
lo impreciso
hasta
lo inconcreto,
desde
los pies
al
último cabello…
Diferente.
Sin
tiempo para la melancolía,
sin
cabida para el desamor,
porque
la vida es un arte
que
hay que vivir conscientes.
Cuando
ayer te vi
con
gozo descubrí
un
hombre feliz.
Diferente.
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