Desde la sombra profunda
de tu ausencia infinita
me adolezco de ti.
Te escribo.
No
contestas.
Ausencia.
Ausencia de
palabras. Frío que entumece e hiela.
Ausencia es
alejamiento,
no es olvido...Pero es ausencia.
Le pregunto
a mi alma
sobre la
clave sonoraque tu atención subyugara...
Silencio.
No hay
respuesta.
Bendigo al
Dios que te ha hecho.
No sé cuál
es tu subterfugio.Eres la elipsis de un sueño.
Silencio,
mientras desnudo
mi cuerpoy siento cómo renace
la emoción somnolienta...
Silenciosa
como la flor
de lotoque emerge hermosa y triunfante
bendiciendo la tierra.
Silencio...
mientras se
desnuda el alma,mientras tu recuerdo me persigue
con ímpetu incesante.
Te busco.
Soledad en
la mirada. Nada.
Una sombra en el espejo.
Siento el frío
de la calle
trepando por
mis entrañas.Y escarcha en el recuerdo.
Desconcierta
perderte
entre el
tumulto...como se escurre el agua viva
entre los dedos.
No llegaste
y ya te fuiste
precipitándome
al avernode tu risueño semblante
y tu herético silencio.
Rosa Sánchez
No hay comentarios:
Publicar un comentario