Declarándome inocente a la vida hoy le pido cada día un amanecer y un anochecer contigo. En cada estación perderme entre la bruma acogedora de tus brazos somnolientos. Y en cada ciclo encontrarte en cada altozano henchido de exuberante floresta, salvajes rosales y perfumadas madreselvas. En cada ciclo constante. Junto al vaivén silencioso de rotación de la tierra. En cada sitio encontrarte y en cada sitio robarte una sonrisa eterna. Y que tu mirada... que tu mirada sea mi castigo. Rosa Sánchez