22 mar 2010

NATURALEZA SALVAJE


Amo este lago,
cuenco de lágrimas celestiales,
inclinado por la atracción lunar
empujando su orilla.

Amo estas montañas,
afloramiento de rocas austeras,
esculpidas por los océanos,
levantadas en alguna época desconocida,
aisladas en un campo de arvejas,
partidas por cascadas plateadas.

Un búho centinela me contempla sin pestañear,
y más allá, bosques alpinos forman una cadencia
hacia una luna distante.