1 dic 2018

Evocación

La evocación de su nombre
me transportaba ipso facto
a paraísos lejanos...

A cimas inalcanzables,
a lugares de ensueño
inaccesibles e inhóspitos.

Sin moverme ni un ápice
de mi antiguo sofá.
Sin apenas esfuerzo.

Tocaba la gloria,
alcanzaba la luna...
estremecía mi alma.

Eso era amor.
Sin dependencias absurdas
ni imágenes estereotipadas.

Sin promesas que cumplir
ni princesas que salvar.

Eso era amor.
Tan sólo esencia.
Tan sólo magia.


Rosa Sánchez 


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