FRENTE AL ESPEJO

Agradezco a la vida a cada instante,
a Dios, al universo, a las mareas,
el mandarme seres que parecen
leer en el espejo de mi alma,
que saben de mis buenas intenciones,
y ríen con mis ideas y mis chanzas.

No sería justo el apropiarme
del mérito que no es mío, sino de todos,
de aquellos que hacen sea posible
que los sueños de quien escribe sintiendo
viajen hacia mundos impredecibles.

Con humildad, reconozco que un escritor
no es nada si no cuenta con lectores.
Dejad que hoy esboce una sonrisa
como manifestación clara y sencilla
del gran agradecimiento que siento
hacia Dios, a mis amigos, a la vida.

Los verdaderos maestros: los niños,
quienes regalan su corazón y su sonrisa.
Aprender quisiera de los mayores
que a veces se entretienen con las prisas,
con los odios, las pasiones, líos mentales,
y cosas que los dejan sin sonrisa.

Dios bendiga a todos aquellos
que en un momento clave te regalan
una feliz semana, un grato mes, un feliz día,
un abrazo sincero de alma a alma
o todo un año entre canciones y poesía.

Quisiera daros muestra de mi amor
camuflada en un verso o melodía,
o dicho en una forma algo más bella,
en cohetes que os impulsen hacia arriba.
Derretirme en gotas de alma pura
y caer en un estanque de caricias,
dibujando sonrisas y bosquejos
de felicidad, paz y amor mi algarabía.

Que Dios bendiga a quien me quiere bien,
y a quien, indiferente, ni me mira;
que Dios bendiga a todo el mundo
cada minuto, cada hora, cada día.

De mi corazón a vuestro corazón:

frente al espejo, mi reflejo;

una mirada pura y una sonrisa.