15 oct 2014

NIEBLA


Como la estela que deja
la barquichuela inconsciente
sobre un mar de cristal:
tus dedos en mi pelo,
tu rostro en mi almohada.

Recuerdos de noches sin días,
y días de noches sin tiempo.

Tu mirada, tu corazón, su palpitar.
Tu voz, estela en el aire.
Tu presencia, en el mar.
Huellas sobre la arena mojada…

Volátil como junco al viento,
un recuerdo
envejecido por el tiempo
viene y va.

Como la plata tu pelo,
el color de la espuma,
la inocencia perdida,
la lluvia, la sequía,
la inquietud y la calma.

De plata la navaja
que afeita tu barba.
De plata la medalla
que adorna tu cuello.
De plata.

Niebla en la noche.
Niebla en la mañana.
Niebla en el alma
y en la ventana.
Como la estela que dejas
por donde pasas.

Un roce en la herida,
una caricia sensual.
Estela de plata,
niebla de tiniebla.
Palabras que cortan
como el cristal.
 
Estela, plata, niebla.
Roce sensual.
Amanecer errante.
Ocaso sangrante.
Estrella fugaz.

5 comentarios:

  1. Escenas cotidianas

    Estela de ti soy,
    Trazos en la arena mojada de la distancia.
    Tu cálida voz de mar.

    Hoy me cuentas que viste a tu amiga...
    Y a aquel otro de teatros y bambalinas.
    Y que todo fue neutro,
    Bien pero sin más.

    Y que no fuiste a la casa del poeta
    Y que te sientes sola.
    Y que te agotas al caminar.
    Y que la báscula te malmiró.

    Te ves igual. Cariño, te veo igual.
    Hermosa modelo de curvas sin igual.
    Melena de flores y bosque.

    Hoy te he contado que escribí otro verso para ti,
    Verso de barro y palabras.
    Y que estoy bien
    Y que hice gimnasia.

    Recuerdos en el viento.
    Atenea, nombre de encuentros inolvidables,
    Mojón, playa de paseo y vermut,
    Montaditos con número de años.

    Plata, niebla, herida, roce.
    Plata para mí con tu roce,
    Niebla herida mi alma por lejos estar de ti.

    Te veo igual.
    Estrella fugaz tu roce sensual.
    Hoy me has contado en este sofá.

    Soy la brisa que acaricia tu piel,
    El agua que refresca tu sed,
    La acera que pisas al caminar,
    El árbol desnudo.

    Áupate, mariposa, en ese pajarillo que canta, soy yo;
    Sonríe, hada buena, a ese niño solitario, soy yo;
    Da una moneda, generosa sin par, a ese mendigo que estiende su mano, soy yo.

    Cuídate, Figura Hermosa de Alma Grande. Feliz viernes.

    ResponderEliminar
  2. Yo sé cómo miras
    porque no ves un defecto
    de los estragos del tiempo,
    ni en el rostro, ni en el cabello,
    ni en esa talla de más…

    Miras con ojos de niño,
    ése que te da la mano
    y marcha tranquilo contigo,
    porque no conoce el miedo
    aunque sí la maldad del mundo.
    Doble mérito.

    De oro tus sentimientos,
    no plata.
    De luz tus acciones,
    no niebla.
    De bálsamo tus intenciones,
    no herida.
    Una caricia lo que sale tu corazón,
    no un roce.
    Delicado el tacto de tus palabras,
    sensual y delicado.
    Ansiado como la esperada lluvia
    en un terreno baldío,
    lejano y desdichado,
    hundido por la sequía.
    Necesario.
    Como el maná en el desierto:
    generoso, rico y abundante.

    La soledad es un estado del alma.
    Una ilusión de la mente.
    Tu presencia reconfortante
    es brisa mañanera,
    sol radiante al medio día,
    agradecido ocaso cada tarde.

    Estás en Valencia en fallas.
    Allí sentí tu calor y tu magia.
    Y en las fiestas del Pilar,
    en la casa del poeta…
    Estás allá por donde vaya,
    admirable escudero,
    simpar caballero,
    aquel que tiende la mano
    de corazón y sin tacha.
    Como todo lo verdadero:
    gratis y a cambio de nada.

    Alberto Gil, acepta esta humilde manera de decirte: ¡Gracias!





    ResponderEliminar
  3. Va por ti, grande entre las grandes. Luz de mis días, calor de mi alma, aliento de mi espíritu.

    Haikus de otoño

    Si hay estrellas
    En mi noche oscura
    Es por tu faro.

    Hoja seca, yo;
    Alfombra mullida, tú.
    Mi dicha: los dos.

    Mar de octubre,
    En calma por tu querer,
    Ése, mi espejo.

    Los cucuruchos
    De castañas, me sacian
    El hambre de ti.

    Tardes de calma
    Para gozar de tu amor
    Juntos, tú y yo.

    Cantos de perdiz
    Son música celestial.
    Tu risa en paz.

    Una caricia
    De musgo en el árbol
    Es sentir tu piel.

    Setas mojadas,
    Húmedas de rocío.
    Tus labios para mí.

    Llueven tus ojos
    Cascadas de emoción
    Donde bañarme.

    Los días cortos
    Se alargan, buscando
    Tu fértil vientre.

    Beso tus dedos,
    Mariposas de seda,
    Miel en mi boca.

    Senda de mi ser.
    Tu mirada coqueta,
    Mi mejor premio.


    ResponderEliminar
  4. Miro no, con ojos de niño, si no con ojos de enamorado de ese tiempo sin tiempo. Miro porque tu grandeza es mi luz. Sola ya nunca estarás porque tu alma no debe sentirse sola nunca. En el viento, en las fallas y fiestas del Pilar, en la Casa del poeta y en el mar, en tu vida yo voy contigo ya por siempre y para siempre.
    Qué respuesta tan increíble, qué bonita. Figura hermosa de alma grande. Rosa sánchez. ¡¡GRACIAAAAAASSSS!!

    ResponderEliminar
  5. Escenas cotidianas

    Y hoy me cuentas
    Como las cuentas del más hermoso collar
    Que a tu cuello adornar pueda,
    Que vuelves a soñar.

    Sueñas porque puedes,
    Te ilusionas porque lo vales.

    Que tiendas de amigos no habrá,
    Pero sí de perfumes de amor.
    Y que tú su mejor dispensadora serás;
    Luz en tus ojos, luz en tu corazón.

    Y yo, en nuestro sofá
    por ti me alegro.
    Tiendo mis manos
    Para lanzar tus sueños a la tierra de lo real.

    Y que ya, sí, volveremos a vernos
    Y pasearemos mi brazo en tu brazo.
    Y ya no tendré que ser brisa ni pájaro ni arena
    Para sentir que estás feliz.

    Viste carrozas y fiestas,
    Lentejuelas y plumas,
    Magia y brillantina.
    Viste, sí, con ojos de niña ilusionada.

    Mira al mundo con esos ojos que de todo se sorprenden,
    Pies en el suelo, sí, realidad;
    Pero no dejes de soñar.
    Tú, ángel de luz y alas de mariposa, no dejes de soñar.

    Vuela alto, no tengas miedo,
    Sonríe feliz.
    Saliste del laberinto
    Para contemplar el paraíso de nuestra complicidad.

    Feliz lunes, Figura hermosa de alma grande. Tú puedes, tú lo vales y lo sé de buena tinta... ¡lo vas a conseguir! Va por ti. Con cariño.

    ResponderEliminar