Siento
la lluvia caer
como
cascada de lágrimas
que
alivia más que consuela.
Escapando
del cielo
en
solidaria huida.
Anegándolo
todo.
Tres
palabras agitan,
resonando
con fuerza,
mis
sienes dormidas.
Inesperado
y fortuito
un
pensamiento aparece
junto
al fantasma del recuerdo.
Imágenes
del pasado
que
quedaron en nada.
Ventana.
Lluvia.
Chimenea.
Tres
palabras,
tres
conceptos,
alegorías
pretéritas
de
un pasado perfecto.
Mientras
la lluvia de otoño
en
salvaje trayectoria
va
bendiciendo la tierra…
Rememoro
aquel tiempo
en
que sólo tres palabras
irrigaban
mi vida
ávida
de ti y de esperanza.
Poema, que esbozo poético no ha de poder ser, semilla de alma grande, diestra dibujante de cuadros con palabras. Alegres y coloridos, unos; grises y otoñales, otros.
ResponderEliminarLluvia benefactora que, a limpiar, ayuda;
Cascada de comprensión y afecto.
Lluvia que, al alma yerma, da vida.
Ventana entreabierta, por la que asomar un triste corazón;
Frío y desolado, de culpas, lleno.
Ventana abierta a la luz del cariño y la gratitud sin par.
Chimenea en la que, arder debiera, el tiempo;
Fragoroso frío de inevitable pena.
Sueños de leños ardientes, duendes y sueños.
Rosa Sánchez, magnífica como siempre. ¡¡Gracias otoñales!! Siempre adelante, aunque haya ocasiones en las que sea tan difícil… ¿verdad? Enhorabuena.
Querido Alberto, estupendo escritor, buen rapsoda, mejor amigo:
EliminarRipios que salen del alma,
sólo a tu distracción aspirantes,
no pueden dejar indiferente
a quien apreciarlos sabe.
Por tu entrega y por tu afecto,
por tu amistad impagable,
mereces los mejores versos
de los libros más incunables.
Como si fuera un viaje en tren,
tras mil idas y venidas,
sólo los mejores amigos
permanecen en nuestras vidas.
Conciencia, lealtad, honradez,
y también lo más valioso:
lo esencial, que no se ve,
porque es invisible a los ojos.
Todo eso un verdadero amigo,
aquel que no te deja de lado,
tiene y lo da en abundancia:
nunca te deja frustrado.
Con cariño, Alberto. Humildes pero sentidos versillos de corazón a corazón. Gracias, alma grande. Que recibas en la medida que das. Que obtengas en la vida todo lo que mereces por tu entrega, tu cariño y apoyo siempre incondicional. Un abrazo agradecido.
Una mirada en tu espejo
ResponderEliminarMiro el espejo de tus ojos,
Veo la tierra fértil, Madre Tierra.
Almendrados ojos, pardos ojos..
Miro el faro de tus mejillas,
Soles encarnados de mágicos atardeceres.
Mejillas claras, suaves mejillas.
Miro el turgente lecho de tu boca,
Fresa henchida de dulce almíbar.
Roja boca, núbil amapola.
Miro el vuelo de tu cintura,
Grácil aleteo de coloreada mariposa.
Cintura de ébano, simpar hermosura.
Ojos, mejillas, boca, cintura;
Espejos que son ventanas al más bello horizonte.
Puertas de entrada a la más grande alma.
Alma, conciencia, buena Amiga, lealtad;
Mar en calma por el que pasear.
Rico me haces con el regalo de tu complicidad.
Cuídate.
Querido Alberto: nada puede igualar ya tu precioso decir. Que Dios te bendiga. Que esta amistad y complicidad nuestra se extienda más allá de los años, más allá. Mil gracias.
ResponderEliminarUn abrazo de gratitud eterna.
jejejejjejeje. Que así sea. Va por ti. Besazos.
ResponderEliminarRosa Sánchez. Reto cumplido.
ResponderEliminarEste esbozo poético que afiligranar quiere el jarrón de la más bella amistad: la nuestra.
Veredicto compasivo aguardo de tu ingenio y despierto juicio. Seguro estoy de que descubrirás su secreta clave.
Va por ti, Figuraza de alma grande.
Filigranas
Regalo que al solitario soñador emociona,
Ofrenda de afecto sincero.
Sin merecerlo, el amigo lo acepta,
Alagado por semejante tesoro.
Supremo presente que adornará su dormitorio,
Anaquel hecho para él,
Nunca nada mejor pudo desear.
Colores vivos lo adornan,
Hacen bello al feo barro.
En su seno las flores más hermosas
Zalemas al alma ocasionan.
Jarrón es su nombre,
Ubérrimo cofre de sentimientos.
Ábrese espléndido al amor.
Recipiente magnífico,
Envoltorio sublime.
Zurcidor elegante, de su alma siempre rota.
Figura grande, superaste el reto con creces. ¡Un poema acróstico! Ya ves que me ha servido de algo ver el Código Da Vinci, jejejeje. Eres un genio, no hay quien te iguale. Nunca defraudas. Siempre sorprendes. Gracias por tu creatividad generosa, luminosa y fructífera. Recibe el más sincero agradecimiento de esta aprendiz que tanto te valora y te admira. Un abrazo emocionado para tu colección. Figura grande.
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